Un acto de confianza

Hoy les escribo a los supermercados. A los grandes. Con nombres propios, Falabella, Éxito, La 14, etc. pues es muy incómodo que al salir, después de haber cancelado en la caja, toque volver a buscar la factura en algún bolsillo, o al fondo de la cartera. También es incómodo constatar que alguien cree que te pudiste haber robado algo.

Yo los entiendo, ¿cómo no? Colombia es un país con muchas necesidades, la pobreza y la falta de educación en valores induce al robo por supervivencia.

Sin embargo, creo que por más que a los comercios les afecte esta situación, pedirle a todo el mundo la factura de compra a la salida del supermercado no es la mejor opción.

Desde el punto de vista del mercadeo – la disciplina que se ocupa de darle valor o incluso de inventarle valor a las cosas – pedir la factura cuando ya te vas, es una práctica que daña la experiencia del comprador. Además, es poco eficiente. Quién puede creer que en cuestión de segundos un guardia de seguridad (humano) puede contrastar lo que dice la factura frente a lo que hay en el carro de la compra.

No voy a ir a la discusión de si les ha dado resultado o no a los supermercados esa medida. Seguro que muchos robos habrán frustrado, pero al final, el efecto neto en la felicidad colectiva es muy probablemente negativo. Pagan justos por pecadores. Además, los amigos de la ajeno conocen trucos y saben salirse con la suya, por más que les pidan la factura. Anuncios y letreros con mensajes que exhorten a la honestidad, podrían ser mucho más eficientes.

No pedir la factura es una opción. En D1 no la piden. Tal vez por eso les está yendo tan bien, o tal vez por otras cosas como sus precios bajos. En todo caso, sé que no somos Francia, Estados Unidos o Noruega donde las cámaras de seguridad, ayudadas por la baja intención de robo de sus clientes, hacen toda la tarea y ya ni cajeros (humanos) hay en las cajas. Por eso les pido a los grandes supermercados un acto de confianza que le devuelva la dignidad a los ciudadanos y los trate como inocentes cuando no hay razón de tratarlos como sospechosos de robo. Dejemos de pedir la factura a la salida del almacén. Por favor.

Imagen: https://bit.ly/2SoMCIm

* Las opiniones expresadas en este espacio de deliberación, pertenecen a los columnistas y no reflejan la opinión ni el pensamiento de la organización Consorcio Ciudadano.

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