Populismo Verde

He sido votante del Partido Alianza Verde en múltiples oportunidades, comparto el espíritu gradualista de sus propuestas y siento una profunda admiración por algunos de sus representantes.

Naturalmente, no están exentos de escándalos ni de personajes turbios, como el antiguo Alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina. Pero, al menos en comparación con otras corporaciones, refleja un aire de independencia y renovación que me convoca.

Precisamente por ello es que me veo obligado a escribir esta columna, con el fin de protestar por el comportamiento irracional y peligroso de la Bancada Verde en el Congreso, específicamente en el caso Santrich.

Es absurdo y decepcionante que uno de los partidos políticos que más ha acompañado el Proceso de Paz con la antigua guerrilla de las FARC se haya prestado para la bochornosa escena de boicot ante la posesión del exguerrillero.

¿Por qué?

Porque significa desconocer de frente las decisiones judiciales que se han tenido hasta el momento sobre el investigado, asumiendo de antemano que Santrich ha cometido los delitos de los que se le acusa, sin que la justicia haya terminado de esclarecer este proceso.

En una columna pasada, titulada “Néstor Humberto y Santrich”, narraba el camino jurídico que había tenido la orden de extradición de Estados Unidos y las irregularidades encontradas por la Jurisdicción Especial de Paz.

Podíamos concluir que la liberación de Santrich se hizo en el marco del derecho y el debido proceso por, entre otras cosas, pruebas inconclusas u obtenidas de manera ilegal por parte de las autoridades de Estados Unidos.

A pesar de la insistencia de la Fiscalía General, la cual ordenó la recaptura del exguerrillero bajo la premisa de nuevas evidencias y la apertura de un proceso formal en Colombia, la Corte Suprema de Justicia exigió que Santrich fuese puesto en libertad y que su expediente pasara a su Sala de Instrucción para continuar con la investigación por narcotráfico.

¿Qué significa eso?

Que la Corte Suprema de Justicia consideró pertinente que el proceso no lo llevara la Fiscalía General sino su Sala de Instrucción (instancia encargada de investigar y acusar ante la Sala Especial de Primera Instancia).

¿Por qué lo consideró pertinente?

Porque el Consejo de Estado ratificó a finales de mayo la investidura de Santrich como Congresista. Lo anterior significa que es la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia la que debe adelantar el proceso de investigación y no la Fiscalía General.

Al haber sido reconocida su investidura y al haber sido ordenada su libertad, Santrich no tiene ningún impedimento en posesionarse como Congresista de Colombia.

¿Entonces por qué el Partido Verde participa del boicot en su contra?

Esa es la gran pregunta. Nadie puede negar que Santrich está siendo investigado en estos momentos por presuntos delitos de narcotráfico. Pero, una investigación no es un fallo condenatorio y, hasta el momento, tenemos un marco regulatorio que presume la inocencia del acusado hasta que se demuestre lo contrario.

Es la misma razón por la cual el Senador Álvaro Uribe puede seguir en su cargo a pesar de las investigaciones que adelanta la misma Corte Suprema de Justicia en su contra.

Me inclino a pensar que el Partido Verde ha entrado en una dinámica de cálculo político en aras de atraer electores en las elecciones regionales de 2019. Jugada astuta, pues le permite atraer votantes de la derecha colombiana que ve con recelo todo lo referente al Proceso de Paz.

Mucho más sencillo asumir la culpabilidad de un investigado que explicarle a la ciudadanía que los procesos siguen en curso y que debemos tener cuidado al juzgar de manera apresurada.

Lo que me preocupa es que el cálculo político le haya ganado el pulso a la ética dentro de la Bancada Verde. Al asumir esta postura infantil y facilista, le han entregado armas poderosas a los detractores del Acuerdo, debilitando en el proceso la imagen de nuestra Rama Judicial.

Todo por los votos.

Imagen: https://bit.ly/2IfoSBo

* Las opiniones expresadas en este espacio de deliberación, pertenecen a los columnistas y no reflejan la opinión ni el pensamiento de la organización Consorcio Ciudadano.

Deja un Comentario