“¡Auxilio!”, fue la primera palabra de ese tweet trasnochado con que rompí cinco meses de pacientes reproches telefónicos a la Policía Nacional. “¡Auxilio!”, así, dramático, desesperado y alarmista. Allá afuera, a pocos pasos de mi ventana, otra vez aullaba el impertinente parlante de una tienda hecha bar-discoteca en el andén.
No hubo respuestas ni likes a ese tweet. Tampoco los esperaba. Necesitaba gritar, ponerle una queja al mundo por mi mala suerte, por la pesadumbre de un sueño no saciado que me haría aferrarme el día siguiente a una taza de café como un náufrago del descanso.
– “Buenas noches, línea de emergencia. ¿En qué le puedo servir?”
– “Señorita, una tienda tiene música a todo volúmen, son las 2 am. ¿Me colabora?”
– “Ya hago el reporte a la patrulla del cuadrante”.
– “Muchas gracias, es que mañana tengo que trabajar”.
Madrugada tras madrugada esta conversación sucede en mi cama mientras un apretón de rabia me sube desde el estómago hasta la nuca. ¿Cómo es posible que una Institución que derrotó a los capos más feroces, frenó el avance comunista de las Farc, y logró otras muchas hazañas similares, se deje mamar gallo por un tendero?
¿Será corrupción? ¿abandono del deber? ¿falta de comprensión de la situación? Me apego a la última opción – soy un optimista por defecto- y pienso: nuestros policías no se han enterado de que como sociedad hicimos un pacto por el descanso. Sin el buen dormir es difícil ser felices, saludables y productivos. Ese pacto se ha expresado en el Código de Policía. Pero aún la Institución no lo materializa.
Cuando un agente de policía o cualquier funcionario público permite que un ciudadano le mame gallo a la Ley, está faltando a su deber fundamental de hacer respetar al Congreso y al Presidente de la República en sus decisiones soberanas, a la Corte Constitucional, y al sistema democrático.
Poco sirve que nuestros congresistas se desgarren las vestimentas desde sus curules por una conjunción en el articulado de una ley, si no aseguramos que un anónimo oficial en el colorido tropicalismo de lancotidianidad haga cumplir los acuerdos sociales a que como sociedad llegamos.
Fuente imagen: radioformulaqr.com
* Las opiniones expresadas en este espacio de deliberación, pertenecen a los columnistas y no reflejan la opinión ni el pensamiento de la organización Consorcio Ciudadano.